En su momento, en la época del nacimiento del automóvil, el rendimiento mecánico era más importante que el propio diseño. En China parece que algunos fabricantes van marcha atrás, y muy rápido. Te presentamos el Lishidedidong Urban Supercar, un auténtico coche chino que imita a un Lamborghini Aventador en miniatura.
No, es broma. Los parecidos con el superdeportivo italiano son más que evidentes, pero la compañía asiática no ha acabado de comprender la diferencia básica entre un superdeportivo y un pequeño utilitario de ciudad. Aunque no nos engañemos, conceptos más extraños se han mezclado dando como resultado auténticos superventas.
El Urban Supercar consigue recrear los afilados paragolpes del Aventador, incluso su musculoso capó y sus rasgados faros. Pero lo mejor está atrás. Luce un escape central tal y como los vemos en el superdeportivo del toro, pero fíjate bien, lo complementa con otros dos escapes a los laterales de éste.
No sería tan extraño en un mundo en el que la potencia se mide por la cantidad de tubos de escape si no fuera porque el Lishidedidong Urban Supercar es un pequeño utilitario eléctrico. Sí, ya sé que conoces las hazañas del Tesla Model S, pero este urbanita rebelde sólo ofrece 10 míseros caballos de potencia y 5 Nm de par. Lo más seguro es que un par de aparatos eléctricos en tu casa sean más potentes.
No, las cuentas a mí tampoco me salen, pero peor lo verás si te cuento que han conseguido un peso total de 1.200 kilos. Te lo explico, o no, mide sólo 3,88 m de largo. El dato de aceleración 0-80 km/h (su velocidad máxima) aún lo están calculando, aunque con una autonomía de 150 kilómetros debería de darles tiempo. Y no te lo pierdas, puede arrastrar otros 400 kilos extra.
El Lishidedidong Urban Supercar es una de esas