Ayer mismo nos sorprendía una noticia un tanto preocupante para aquellos que nos consideramos fans de Top Gear. Un escueto comunicado de la BBC avisaba: este domingo no habrá Top Gear, Jeremy Clarkson ha sido suspendido. En ese mismo comunicado advertían que la decisión se había tomado tras un altercado entre Jeremy Clarkson y uno de los productores. Nadie más habría sido suspendido. Pero las noticias que poco a poco surgen sobre el asunto nos invitan a pensar que la posibilidad de que volvamos a ver el programa Top Gear, al menos tal y como lo conocíamos hasta ahora, como el programa protagonizado por Jeremy Clarkson, James May y Richard Hammond, es bastante remota.
El éxito de Top Gear
Antes de seguir merece la pena recordar por qué consideramos que Top Gear es el programa de motor más importante del mundo.
Top Gear es algo más que un programa de coches. Es algo más que información sobre deportivos y nuevos lanzamientos. Top Gear es en realidad un programa de humor, de ironía, de historias – en ocasiones brillantes – protagonizadas por un trío que de alguna forma han sabido ganarse a los fans de todo el mundo. Los coches no son más que la excusa.
Y es precisamente ese enfoque el que habría logrado unir tras la pequeña pantalla a amantes del mundo del motor, a espectadores deseosos de ver las andanzas automovilísticas de Clarkson y compañía y televidentes que tan solo buscan un programa de entretenimiento, un rato agradable mientras están descansando en su sillón.
Top Gear es más antiguo de lo que te crees. El programa original nacía en los años setenta y fue ganando enteros con la incorporación de presentadores como el piloto Tiff Needell y el propio Jeremy Clarkson, bien entrados los años ochenta.
El formato actual de Top Gear surgió en