En 2008 el mundo del automóvil se revolucionó. Tata anunció que lanzaría el coche más barato del mundo, el Tata Nano. Con este modelo la marca tenía grandes esperanzas de conseguir unas buenas ventas en países en vías de desarrollo, especialmente en India. Su bajo precio de adquisición haría posible que muchos conductores de motocicletas pudiesen comprar uno de estos pequeños utilitarios de 3,10 metros de longitud.
Pero el precio fue el gran problema para el Tata Nano. El pequeño utilitario nunca consiguió el éxito esperado, porque nadie quería ser visto conduciendo el coche más barato del mundo. Aquí y en India a la gente le gusta demostrar su posición social mediante su coche, y el Tata Nano es bastante sincero en ese aspecto. 2012 fue el mejor año para el Nano, con 75.000 unidades, aunque en 2014 las ventas cayeron hasta 22.000. Un fiasco para Tata.
Fácil, sencillo… ¡y para toda la familia!
Ahora el fabricante indio está dispuesto a lanzar al mercado un relevo generacional para el Nano. Seguirá siendo un coche barato y práctico, pero van a cambiar muchas cosas para no cometer los mismos errores del pasado. La marca tratará de reposicionar el Tata Nano en el mercado, haciendo un vehículo más grande, equipado, potente… y caro. Tata no ha perdido la ambición y espera alcanzar un volumen de 500.000 unidades anuales, un gran salto con respecto al modelo vigente.
Para el nuevo Tata Nano se trabajará más en la exportación. Se dijo que el modelo actual se iba a comercializar en Europa, pero todo quedó en agua de borrajas. Con el nuevo modelo la marca intentará hacerse un hueco en otros mercados emergentes como Indonesia o ciertas regiones de África.
Aún así, la marca seguirá ofreciendo la actual generación del Tata Nano como un modelo de acceso a la gama,