Para que la conducción nocturna sea confortable y segura, es necesario tener buenos sistemas de iluminación en los coches. Luces halógenas, xenón, LED y ahora láser son las tecnologías que hacen que el haz de luz tenga cada vez mayor claridad y alcance. Pero no solo es necesario un buen haz de luz, ya que también hay que tener en cuenta hacia donde se dirige este. Los faros direccionales o tecnologías como la de los faros Matrix LED son un gran invento, pero Opel quiere ir más allá y crear un sistema de iluminación que alumbre allá a donde nuestros ojos dirigen la mirada.
Opel lleva más de dos años desarrollando esta tecnología que en un futuro llegará a los coches. Actualmente la marca cuenta con faros adaptativos bi-xenón, que en una segunda generación serán reemplazados por los Matrix LED de iluminación selectiva y posteriormente aumentarán sus funcionalidades gracias al seguimiento de los ojos del conductor.
Este sistema se basa en una cámara con sensores infrarrojos que monitorizan los ojos del conductor hasta 50 veces por segundo en situaciones de baja luminosidad como el anochecer o la noche en sí. Los datos recogidos por la cámara rápidamente se convierten en un algoritmo que actúa sobre los faros, modificando el haz de luz y la intensidad del mismo. El sistema funciona con cualquier persona detrás del volante y siempre garantizará una buena iluminación, ya que el reconocimiento visual actúa sobre las luces de largo alcance y las luces de cruce siempre funcionarán con una iluminación homogénea.
Actualmente Opel ofrece los faros bi-xenón AFL+ en muchos de sus modelos. Utilizando la cámara del Opel Eye, este sistema de iluminación adaptativa se adecua a diversas situaciones de conducción con su distribución de luz variable para entornos urbanos, carreteras y autopistas. La iluminación es adaptativa en las