En este Salón de Ginebra que abrió ayer sus puertas, Suzuki tenía dos primicias, dos prototipos. El primero es el Suzuki iK-2 Concept, un utilitario de cinco puertas que anticipa lo que podría ser el futuro Swift, mientras que el Suzuki iM-4 Concept es el que ahora nos ocupa.
Basta ver las imágenes del Suzuki iM-4 para darnos cuenta de que se trata de un coche japonés, sus formas cubicas lo delatan, y además, nos recordará al kei car Suzuki Alto que se comercializa en Japón. Este modelo mide 3,69 metros de largo, 1,71 de ancho y 1,56 de alto, con una batalla de 2,43 metros. Es unos 10 centímetros más largo y ancho que el Suzuki Celerio, el modelo más pequeño de la marca.
La carrocería de color blanco en combinación con los elementos negros brillantes, las llantas de 18 con neumáticos 215/45 y los faros LED le confieren un aspecto muy moderno y minimalista. El iM-4 es un pequeño crossover de cinco puertas, que de materializarse podría hacer sombra a modelos como el Fiat Panda 4×4, ya que cuenta con tracción 4×4. Además su altura libre al suelo y sus buenos ángulos son clave de cara a ofrecer una buenas capacidades fuera del asfalto.
Pese a que pueda parecer un coche sencillo, es realmente un modelo muy tecnológico. De entrada utiliza la misma plataforma modular de nueva factura que el iK-2, pero también es innovador en su mecánica, que es híbrida.
Utiliza una nueva tecnología llamada SHVS (Smart Hybrid Vehicle by Suzuki). No es un híbrido puro, ya que el motor eléctrico no puede mover el coche por sí solo y sirve como apoyo al bloque 1.2 gasolina. El motor eléctrico hace las veces de motor de arranque y de alternador, siendo el mismo quien recarga y consume la electricidad acumulada en