Dicen que si se te cruza un gato negro, pasas por debajo de una escalera, rompes un espejo o te levantas con el pie izquierdo, supuestamente tendrás mala suerte. En el mundo de la automoción puede pasar algo parecido y puede traducirse en tener problemas con los prototipos que definen el futuro de la marca y creen desconfianza hacia ellos. Pues algo así le ha pasado a BMW con una unidad camuflada del que será la próxima generación del Serie 7.
Los hechos ocurrían la pasada madrugada del 28 de marzo en la ciudad alemana de Stuttgart, donde un prototipo del BMW Serie 7 embistió un furgón policial mientras se encontraba haciendo unas pruebas de conducción sobre los sistemas de asistencia al conductor basados en las cámaras que tiene instaladas el vehículo. Afortunadamente los ocupantes de ambos vehículos solamente sufrieron heridas leves.
Según las primeras estimaciones, la cifra de daños ascendería a 150.000 euros entre los producidos en el propio prototipo, como en el furgón policial. Al parecer, el prototipo de BMW se encontraba poniendo a prueba los sistemas de reconocimiento en la oscuridad con las cámaras del vehículo, cuando de pronto, en una intersección, el Serie 7 camuflado colisionaba contra un vehículo policial con las luces y las sirenas activadas y que acababa de saltarse un semáforo en rojo al estar respondiendo a una emergencia.
Ahora, solo la marca y la investigación oficial sobre lo ocurrido puede aclarar lo que ha pasado y comprobar si ha habido algún error o si ha sido una casualidad del destino. Pero como os decía antes, este no es un buen augurio para el nuevo BMW Serie 7 que ha comenzado su andadura con mal pie.
Las conclusiones que se puedan sacar de este incidente es que es un hecho aislado, una rara situación, pero que no es la única. La historia nos trae recuerdos de prototipos de todas las marcas accidentados, tanto