La Yamaha XV950 es la espina dorsal de la gama de motos custom de Yamaha. Aunque sean las motos de aspecto más americano de toda la gama, no debemos clasificarlas como simples “imitaciones” de Harley-Davidson. Tienen un carácter propio marcado, y sólo comparten con las de Milwaukee un motor de arquitectura V-Twin y una postura de conducción similar. Porque desde Milwaukee no se atreverían a lanzar un producto como la – muy peculiar – Yamaha XV950 Racer desde la fábrica (las preparaciones son otra cosa). Podríamos definir a la Yamaha XV950 Racer como una custom que se pasó por la escena café racer y se quedó con parte del atrezzo.
De como la fusión a veces es buena
A esta Yamaha XV950 le gustó la escena café racer y se hizo con todo su atrezzo. Y con mucho acierto.
A priori la fusión de custom y café racer no suena nada halagüeña. Pero si tenemos en cuenta que la Yamaha XV950 tiene un aspecto muy personal (con un toque retrofuturista) y que han contado con el asesoramiento de Marcus Walz – legendario preparador alemán de motos, nuestras impresiones cambian. Y el producto final nos convence. Retiene el chasis de doble viga de la XV950 y su motor, pero es en los accesorios donde están las grandes diferencias. Para empezar, la postura de conducción, más adelantada, más “echada” sobre el manillar. Esto es posible gracias a unos nuevos semimanillares de aluminio adelantados 156 mm y rebajados 78 mm sobre los de serie.
La posición de conducción es radicalmente diferente. También lo son las piñas de los semimanillares, al igual que las manetas de freno y embrague. El toque retro definitivo lo ponen los retrovisores, colgados de la parte baja del manillar. También una pequeña cúpula adorna la óptica delantera, a cuyos lados se sitúan unos