En unos días se disputará el GP de China de Fórmula 1 en el circuito de Shanghái. Las tensas relaciones entre Red Bull y Renault parecen calmarse y ambas partes han pasado de las duras críticas a reconocer su parte de culpa por el mal rendimiento del monoplaza de las bebidas energéticas. Y eso se debe a que en el pasado GP de Malasia, Renault ya dio un gran salto de rendimiento con respecto a Australia.
Los rumores sobre una posible búsqueda de motores por parte de Red Bull o pasar a fabricarlos ellos mismos, han desaparecido. El propio asesor de Red Bull, Helmut Marko, se ha encargado de negar al ver a Red Bull tercero y a Toro Rosso quinto gracias a la mejora del motor Renault. También parecen haber caído en saco roto las pataletas sobre una posible salida de Red Bull y de Renault de la Fórmula 1.
El director técnico de Toro Rosso, James Key, también aseguró que el propulsor francés tuvo un rendimiento mucho mejor en Malasia que en Australia. Renault parece haberse recuperado del enorme fracaso de Melbourne y los problemas del primer GP ya no se han repetido en el segundo, con una conducción más suave y una mejor entrega de potencia. A pesar de eso, aun no es perfecto y deben mejorar mucho más para alcanzar a sus rivales.
Remi Taffin, el jefe de operaciones de Renault, por si quedaba alguna duda, ha asegurado que la colaboración entre Red Bull y Renault dará sus frutos y que en China tendrán los problemas resueltos para que Red Bull pueda mostrar todo su potencial y los resultados sean mejores. Concretamente Taffin ha dicho: “En China, Red Bull habrá resuelto sus problemas y empezará la diversión.”.
Han pasado de arrojarse culpas los unos a los otros a alabar el trabajo mutuamente…