Quédate con este nombre: Zombie 222. Bajo esta peculiar denominación se esconde la historia de un equipo de aficionados a las carreras que decidió convertir un clásico como es el Ford Mustang de 1968, en un espectacular matagigantes que prescinde de su legendario V8 en favor de dos motores eléctricos de más de 800 CV. Estamos ante una verdadera herejía, o eso es lo que muchos pensarán cuando vean a este clásico moverse sin gorgoteos provenientes de sus escapes, pero con el cronómetro en la mano, este Mustang clásico habla de prestaciones de récord.
Detrás de este proyecto se esconde Mitch Medford, fundador de Bloodshed Motors, quien vio la oportunidad de hacer algo diferente tomando como punto de partida uno de los clásicos de la cultura automovilística norteamericana. Las archiconocidas carreras para pulverizar tiempos en el cuarto de milla eran la meta de este proyecto, y en el siguiente vídeo podrás comprobar como la reconversión a eléctrico de este clásico muscle car es capaz de callar muchas bocas.
La clave de este Mustang eléctrico está en su eje trasero, donde dos motores eléctricos catapultan a este clásico hasta los 96 Km/h en apenas 2,8 segundos. Estos dos motores eléctricos sobrepasan los 800 CV de potencia máxima, pero aquí lo importante es la espectacular cifra de par de 2.440 Nm que es transmitida al suelo desde el primer instante. Quemar rueda es realmente fácil con este Mustang, haciendo difícil el conseguir salir desde parado sin destrozar los neumáticos traseros.
Pero el Zombie 222 tenía un reto, y era bajar de los 11 segundos en el cuarto de milla. Finalmente, el tiempo necesario para cubrir el primer cuarto de milla ha sido de 10,7 segundos, una cifra realmente espectacular, alcanzando los 201 Km/h antes de levantar el pie del acelerador. El creador de esta máquina