Cada vez que escucho que una marca ha avanzado para desarrollar un componente basado en materias primas susceptibles de alimentar al mundo me preocupo. Y me preocupo por problemas como los surgidos a raíz de la fiebre del biocombustible, y el encarecimiento de alimentos básicos que tanto han sufrido en países desfavorecidos. Pero por suerte este no es el caso. El Centro de Innovación de Goodyear habría encontrado la clave para mejorar las propiedades de sus neumáticos utilizando los residuos de la industria arrocera, concretamente la cascarilla del arroz. ¿Y cómo puede ayudar el arroz a mejorar las propiedades de un neumático y contribuir a la sostenibilidad de la industria?
El problema: el mundo procesa cada año 700 millones de toneladas de arroz, tras un refinamiento en el que se generan muchos residuos, como la cascarilla del arroz.
Para refinar el grano de arroz, y que este pueda ser introducido en los hábitos culinarios de una persona, es necesario separarlo de su cáscara. Si tenéis interés en conocer un poco más acerca de nutrición, o simplemente por cultura general, os recomiendo un artículo al respecto la mar de interesante, que fue publicado recientemente en el blog Gominolas de Petróleo. En el refinamiento del arroz, por lo tanto, se generan diferentes residuos, como la harina de la cascarilla del arroz.
Según la sección de alimentación y agricultura de las Naciones Unidas, el mundo procesa cada año 700 millones de toneladas de arroz, para lo cual es necesario generar una gran cantidad de residuos, que habitualmente también se emplean en la obtención de energía mediante su combustión.
Según Goodyear, al utilizar esa harina de la cascarilla del arroz, como sustituto del sílice en el material de la banda de rodadura, las propiedades de sus neumáticos mejoraron.
Goodyear habría conseguido aprovechar esa harina como sustitutiva del sílice, que