A estas alturas hace falta algo más que un vídeo muy explícito y aparentemente realista como para creernos una historia. En esta ocasión ha sido una web rusa la que ha colgado un vídeo que ya está generando reacciones en las redes sociales. Un BMW M3 Coupé E92 con vinilado de llamas aparca junto a las barreras en una curva abarrotada de espectadores grabando a los coches que pasan por allí. La escena es incluso divertida. Se abre la puerta del acompañante, baja un hombre, y agacha la cabeza mirando al suelo y aparentemente echando hasta su primera papilla, entre el júbilo del público. Lo que pasa a continuación es aún más increíble.
Apostaríamos por que este vídeo fuera un viral improvisado por una compañía de alquiler de deportivos en el Nordschleife.
Tras un momento de incertidumbre, se abre la puerta del conductor, y aparece una señorita con minifalda y tacones para ayudar a su acompañante. Se quita el casco y se acerca a su acompañante para proporcionarle una botella de agua. Mientras tanto no paran de pasar coches a gran velocidad. El Nordschleife parece la vía de acceso de una gran ciudad en la Operación Retorno de las vacaciones. La chica regresa al puesto del conductor, el acompañante se recupera, entra de nuevo en el coche, y se marchan.
La historia podría intentar ilustrar que también hay buenas conductoras en el Nürburgring, y que son capaces de conducir lo suficientemente rápido como para que su acompañante acabe mareado, incluso conduciendo con tacones (¿quién conduce en el Nordschleife con casco y tacones, y lo suficientemente rápido como para marear a su acompañante?). La idea, aún en el caso de que fuera falsa, me gusta incluso más que el papel al que ha relegado el tirón sexual de Youtube a muchas mujeres, el de