Hoy en día son muchos los que piensan que tanta tecnología en forma de asistentes y ayudas a la conducción está haciendo que dejemos de disfrutar al volante, que perdamos la sensación de sentirnos a los mandos. Hasta cierto punto es así, sin embargo, desde Porsche quieren demostrarnos lo contrario con su avanzado control de crucero Innodrive.
El fabricante de deportivos con base en Stuttgart está trabajando en un control de crucero que casa perfectamente con la filosofía de sus vehículos. Innodrive es un sistema de control semiautónoma que pone en juego dos nuevos elementos: el radio de las curvas y el grado de inclinación del pavimento, almacenando tales datos en el navegador.
En base a ellos el sistema dibuja una imagen 3D de la carretera, calculando cual es la velocidad de crucero más eficiente para el paso por curva en función de las fuerzas G laterales que el conductor este dispuesto a asumir, fijándolo previamente en uno de los 3 modos seleccionables, con un máximo de 0,7 G.
El fin que persigue toda esta tecnología es ahorrar, tanto en tiempo como en consumo. Parece un sin sentido, pero no lo es, en realidad tiene mucha lógica. Sí condujésemos nosotros, al aproximarnos a la curva acabaríamos decelerando más de lo necesario, si no queremos salir mal parados por tomarla pasados de vueltas, y posteriormente volveríamos a acelerar para recuperar velocidad.
En cambio, Innodrive reduce esa deceleración en curvas, incluso predice los repechos, acelerando antes entrar en ellos cuando el coche ya hubiese perdido celeridad. Si traducimos todas estas tecnologías en números, Porsche cifra el ahorro de combustible en un 10%, mientras que el ahorro en tiempo se situaría en un 2%.
Fuente – Car and Driver
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