Uno de los utilitarios deportivos con mayor oferta de accesorios aftermarket es el MINI Cooper S. Su versión John Cooper Works no se queda atrás y multitud de preparadores son los que dedican con entusiasmo su tiempo en mejorar lo que viene de serie. Krumm Performance nos presenta su propuesta, un MINI John Cooper Works con nada menos que 300 caballos. Se trata de una preparación sobre el MINI de anterior generación, no el venidero MINI JCW.
La competición ha sido el germen de esta preparación, incluyendo elementos que recuerdan claramente a los MINI de la copa. Estéticamente se han introducido algunos de los cambios más conocidos para este coche, como el difusor trasero, el alerón de techo, llantas de 17 pulgadas o un nuevo splitter frontal.
En el interior las modificaciones se limitan a unos nuevos asientos con sello Recaro, un nuevo volante o una nueva palanca para la caja de cambios. Todo tiene una explicación, y es que en las entrañas de este MINI JCW no se han limitado a mantener el producto de estricta serie.
Bajo el capó el motor recibe un nuevo turbo, intercooler, admisión y un escape firmado por Akrapovic. Con esto y una reprogramación a medida este MINI John Cooper Works de Krumm Performace rinde 300 caballos y 400 Nm de par. Con él llega una nueva caja de cambios, un embrague reforzado y se instala un nuevo diferencial de deslizamiento limitado Drexler.
Krumm Performance ha pensado no sólo en la potencia y en las prestaciones, sino que también ha pensado en cómo digerir esa fuerza sobre el asfalto. Así, se monta una nueva suspensión KW Clubsport y un nuevo equipo de frenos de altas prestaciones con sello AP Racing y unos discos flotantes de 330 mm.
Como puedes imaginar, esta preparación no es barata. El Cooper S JCW