¿Recuerdas el controvertido prototipo que presentó Aston Martin en el Salón de Ginebra? Se llamaba Aston Martin DBX, y aunque en su diseño se podía ver reflejado el lenguaje de diseño de la marca, en su planteamiento se escondía el que parecía ser un primer paso hacia la fabricación de un SUV o Crossover. El Aston Martin DBX será fabricado, sí has oído bien, y será fabricado en algún lugar de EE.UU. para llegar al mercado en algún momento de 2019 proponiendo un nuevo concepto de vehículo deportivo con tintes todocamino.
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Ha sido el propio CEO de la marca, Andy Palmer, quien ha confirmado los planes de producción del primer crossver de Aston Martin. Este proyecto vendría respaldado por una muy buena acogida del prototipo, algo que nos extraña dadas las numerosas críticas recibidas, y por la llegada de un nuevo balón de oxígeno en forma de 273 millones de euros. En los planes de futuro de Aston Martin Lagonda había dibujado un SUV como herramienta para incrementar el ritmo de producción, aunque parece que ahora esos planes dan prioridad a una carrocería de tipo crossover.
La idea que se esconde detrás del Aston Martin DBX no es precisamente nueva, aunque muy posiblemente sea la primera vez que alguien habla de intenciones reales de producción. Aston pretende ofrecer un deportivo con capacidades todocamino, desarrollando un tren de tracción total, revisando suspensiones y altura al suelo e integrando protecciones en una carrocería que mantenga la estética clásica de la firma. Según Aston, este mercado existe y llegar primeros podría suponer un importante triunfo para la marca, más aún teniendo en cuenta como prototipos similares como el Audi Nanuk quattro o el Giugiaro Parcour ya han tanteado al público.
Con la entrada de nuevos fondos en Aston Martin, la reestructuración