¿Qué demonios es esa luz que asoma en el capó del 2016 Ford Mustang GT? Lo creáis o no, son los indicadores. Esas luces que se encienden para indicar hacia que lado vamos a girar si nos molestamos en accionarlas, cosa que no se puede dar por hecha. No hay secreto en los intermitentes, pero es curioso encontrarlos en las salidas de aireación del capó, donde sólo nosotros las podemos ver. No tienen sentido práctico – el simple click-clack en el interior debería advertirnos que hemos dejado un intermitente puesto – pero son bonitas, y recuerdan a la era muscle car. Sí amigos, Ford rescata una opción estrenada en 1967 en el Ford Mustang de primera generación.
Además de intermitentes, algunos fabricantes incluso ofrecían cuentavueltas situados en el capó durante la era muscle car.
Era el año 1967 y aún no había ocurrido la crisis del petróleo. Los fabricantes competían entre sí en prestaciones y diseño, sin tener en cuenta consideraciones como la eficiencia. Una época dorada, caldo de cultivo del actual culto al muscle car clásico. Fue en aquella época cuando Ford introdujo en su catálogo de opciones para el Mustang el llamado Deluxe Hood, cuya traducción sería “capó de lujo”. Sólo los ocupantes podían ver estas señales montadas en las salidas de aireación del capó, y la idea tras ellas era recordarnos que llevábamos un intermitente puesto. Realmente eran un accesorio decorativo adicional para el coche.
Los tres grandes de Detroit los emplearon con mayor o menor fruición entre los años 60 y los años 90, pero sigue sin estar claro quién las inventó. Cadillac fue la marca que más profusamente las equipaba en sus vehículos, e incluso fueron imitadas por Toyota, que las coló como quien no quiere la cosa en sus Crown. Sin embargo, fue General Motors quien fue