El nuevo BMW Serie 7 se desvelaba hace unas semanas. La berlina de representación de la marca de las aspas se actualiza en todos sus apartados contando con nuevas formas en su exterior, un interior aún más exclusivo, y una gama de motores renovada. Igualmente el equipamiento es un punto destacado en el modelo alemán ofertando incluso un sistema de aparcamiento automático sin conductor que podemos controlar desde la llave. Pues bien, tras el lanzamiento la marca anuncia que su producción comenzará el próximo 1 de julio.
Y lo hará, como la anterior generación, en la planta de Dingolfing, en Baviera. Más de 1,6 millones de unidades se han fabricado aquí desde que en 1977 viera la luz el primer BMW Serie 7. Unas 370.000 unidades de la pasada edición del modelo salieron de la misma fábrica entre 2008 y la actualidad, lugar desde donde se han distribuido a más de 100 países en todo el mundo. Una amplia lista en donde destacan Reino Unido, Rusia, Estados Unidos, Japón u Oriente Medio como principales destinos.
En los últimos tres años BMW ha invertido cerca de 500 millones de euros en la planta para adecuarla a las nuevas condiciones que exige este buque insignia. Y es que, por ejemplo, el Serie 7 es el primer vehículo de la empresa que emplea fibra de carbono combinada con otros materiales en la estructura del cuerpo. Este elemento se emplea para dar consistencia y no es visible reforzando estructuras como el pilar B y C.
Harald Kruger, presidente del Consejo de Administración de la compañía, declaraba que “este coche pone de manifiesto las capacidades de innovación de nuestros diseñadores y desarrolladores, así como la amplia experiencia y conocimientos adquiridos en la producción de nuestro buque insignia aquí en Dingolfing”.
Fuente – BMW
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