Hace unos días se confirmaba oficialmente que BMW acudirá a Pebble Beach con al menos dos novedades. Ese anticipo abrió la veda, la caza de rumores, y ya hay quien apunta a que una de esas novedades será el nuevo BMW M4 GTS. Y puestos a especular, ya podemos ir imaginándonos a este BMW M4 GTS como algo más que un paquete estético, y un kit de potencia, para el deseado coupé deportivo alemán. Podemos imaginar un montón de novedades que tienen sentido, pero probablemente no veamos aún en este nuevo GTS. ¿Qué mejor bestia que el BMW M4 GTS para lanzar definitivamente la nueva tecnología de inyección de agua de la marca?
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Si es cierto que este GTS está de camino, hemos de esperar que sea más ligero, que goce de un kit estético y aerodinámico más agresivo. Incluso soluciones aerodinámicas tan peculiares como un inmenso alerón fijo similar al ya visto en el BMW M4 Coupé que ilustra este artículo, el preparado para ejercer la función de Safety Car en el campeonato de MotoGP. Hemos de contar con mucha fibra de carbono, por supuesto, y la exclusividad del que se producirá en una tirada muy limitada. A la larga debería convertirse en un deportivo de culto.
También hemos de suponer que este BMW M4 GTS llegaría con un extra de potencia. ¿Pero y si ese extra llegase de la mano del nuevo sistema de inyección de agua de BMW? En los últimos meses BMW nos ha dejado claro que esta tecnología llegará más temprano que tarde a sus productos. Se trata de una estrategia para exprimir aún más sus motores, trabajando con altas compresiones y previniendo el indeseable autoencendido. También debería suponer una mejora de consumos y