Cuando lleva poco más de un año en el mercado, Ford introduce los primeros cambios de importancia para su B-SUV, el Ford EcoSport. El modelo recibe una serie de mejoras de equipamiento, puesta a punto, mecánicas y sobre todo, estéticas, donde lo más destacado es la desaparición de la rueda de repuesto del portón trasero, una de las señas de identidad del modelo que parece no haber cuajado entre los consumidores.
Sin embargo, si nos gustaba el aspecto del Ford EcoSport con la rueda de repuesto en el portón, esta seguirá estando disponible. Los modelos que no la equipen montarán en su lugar un kit de reparación de pinchazos. No hay sitio en otros lugares del vehículo para poder alojar la rueda de repuesto. La opción de la rueda de recambio no tiene ningún sobrecoste.
En el interior se introducen una serie de mejoras con una tapicería de cuero parcial de serie para los acabados Titanium, un volante con menos botones, pequeños detalles cromados, cuadro de relojes con reostato y molduras en negro lacado en salpicadero y puertas. Otras mejoras incluyen un freno de mano de accionamiento más fácil. El aislamiento del nuevo Ford EcoSport también se ha mejorado con la adición de aislantes en las puertas, salpicadero y zona del pedalier.
En materia de equipamiento, los cristales tintados están disponibles en toda la gama y el pack de invierno incluye salidas de aireación en los pies para las plazas traseras. A finales de año se añadirán al catálogo de opciones el navegador y la cámara de aparcamiento trasera.
En cuanto a las mecánicas, el motor diésel 1.5 TDCi incrementa su potencia en 5 CV, entregando un total de 95 CV. Mantiene un reducido consumo medio de 4,4 litros a los 100 con unas emisiones de CO2 de 115 g/km. Por su parte el