Nos vamos virtualmente a Italia para conocer la historia del logotipo de Fiat, marca que en realidad es una sigla que significa Fabrica Italiana di Automobili Torino (fábrica italiana de automóviles de Turín). No sé si el motivo ha sido la pasión por el diseño de los italianos, pero no podemos hablar de un logo añejo porque ha sufrido múltiples y profundos cambios. Todo empezó en 1899, cuando el pintor turinense Giovanni Carpanetto creó el primer logo a partir de un anuncio publicitario. Un pergamino con la razón social: Fabrica Italiana di Automobili Torino y el número de chasis del vehículo que por entonces eran carruajes. Pasados dos años se pasa de los carruajes a los automóviles y la sigla FIAT se hace ya protagonista. Nuevo cambio en 1904, adiós al nombre social y el número de chasis para dar paso a un logo donde sólo se puede leer la palabra FIAT. Este anagrama se situaría por primera vez sobre el radiador de los vehículos y perduraría más en el tiempo que los anteriores. Concretamente hasta 1921 momento en el que el logo vuelve a cambiar por uno circular y más laureado, inspirado en la competición. Sólo cuatro años les duró, ya que en 1925, se cambiaron las grafías y los colores volviendo al predominio del azul. El Fiat 509, el primer utilitario de la marca producido en gran serie fue el primer coche en lucir este logotipo en su frontal. Y vuelta de nuevo al rojo en 1931, pero además dejando las formas circulares para pasarse a un rectángulo vertical con unas letras muy alargadas. Adiós al logo redondo nacido en competición y adiós también a la participación en carreras. Pequeños cambios en 1932 y algo más profundos en 1938, cuando adquirió una forma de
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Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
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