Lo creas o no, el olor de un coche dice mucho de sí mismo. Si existe un campo donde los fabricantes de coches invierten bastante de sus recursos para crear imagen de marca, ese es en todo cuanto tiene que ver con la personalidad que debe transmitir cada modelo, siendo los olores uno de los aspectos más característicos. Hoy es Annabelle Coffinet, parte del equipo de diseño del BMW Serie 7, quien nos explica cómo la oferta de fragancias en el nuevo BMW Serie 7 se ha convertido ya no sólo en un apartado curioso, sino sumamente importante para que ese olor a “nuevo” que tanto se valora permanezca en el tiempo y, además, venga acompañado de una fragancia totalmente personalizada.
El aroma de un coche es uno de los aspectos que más influencia nuestro concepto de “imagen de marca”
Cada fabricante tiene sus diseños, pero al mismo tiempo cada fabricante imprime a sus coches un determinado aroma único. Este hecho no es casualidad ni mucho menos, y tanto es así que los fabricantes invierten mucho dinero y tiempo en la confección de sus interiores para garantizar que el olor que desprende el habitáculo genere una idea en sus ocupantes. Tal es el grado de importancia de este campo, que es de sobra conocido que muchos fabricantes recurren a los mejores perfumistas para conseguir que sus aromas generen en los ocupantes una idea concreta sobre el modelo o sobre la marca.
Pero este campo está viviendo de un tiempo a esta parte una nueva corriente que no se queda ahí. Aunque el uso de ambientadores aftermarket es un recurso muy popular, cada vez más fabricantes apuestan por ofrecer sus propios sistemas de ambientación con la intención de brindar a sus clientes fragancias muy concretas y en consonancia con ciertos valores.
El caso del nuevo