¿Te comprarías un SUV si el precio de la gasolina cayera por los suelos?

Más o menos esa correlación es la que han encontrado los chicos de AutoScout24, que afirman que «el combustible es uno de los factores que más tiene en cuenta un conductor a la hora de decidirse por la compra de un SUV o 4×4» de segunda mano. En función de esta relación, cuando aumentan o descienden los precios de la gasolina o el gasóleo, es cuando se notan los mayores vaivenes en las ventas de estos vehículos en el mercado de ocasión. Es decir, el consumo incide en la decisión de compra, a la par que el carácter aspiracional que tienen los SUV. En este sentido, la recuperación en 2015 del precio del Barril Brent ha provocado que en el primer semestre del año caiga la demanda de todocaminos y todoterrenos hasta en un 23 %. En ese periodo, el litro de gasolina se encareció un 8,7 %, mientras que el de gasóleo aumentó en un 1,3 %. En el lado opuesto, al cierre de 2014 se registró un abaratamiento de los carburantes (gasolina: 16,4%, gasóleo: 13,7%) que impulsó las ventas de ocasión del segmento SUV en un 11,6 %. Importa más el precio de la gasolina que el precio del SUV, al menos en el mercado de ocasión Sin embargo, lo que no está tan claro que incida en la decisión de compra es el precio del vehículo. De media, los SUV cuestan 18.400 euros en el mercado de ocasión, lo que supone un precio un 38 % superior a la media del total de vehículos que se venden de segunda mano, cuyo precio medio está en 13.354 euros. En 2014, el precio de los SUV se encareció un 5,7 % y, sin embargo, el crecimiento de sus cifras de ventas continuó con independencia de la evolución de este factor.

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