Aunque los vehículos tipo Segway están entre nosotros desde hace muchos años (el Segway original se presentó en 2001), su utilización en las calles de nuestras ciudades es, como mucho, discreta. Los Segway se utilizan, sobre todo, por servicios de seguridad, o incluso en visitas turísticas. Hablando del tema, hace poco unos amigos me preguntaban lo siguiente: ¿no es peligroso que cualquiera se suba a un Segway? Lo es. Y la prueba más evidente la tenemos en la anécdota del día, en la que un cámara de los Mundiales de Atletismo de Pekín atropelló involuntariamente al gran Usain Bolt, cuando celebraba su medalla de oro en los 200 metros.
El cámara de los Mundiales de Atletismo de Pekín perdió el equilibrio mientras utilizaba un vehículo unipersonal, tipo Segway, siguiendo la celebración de Bolt, con todo su equipo de grabación a cuestas.
Utilizar un Segway por un profano no es necesariamente sencillo, ni intuitivo. Estamos acostumbrados a utilizar vehículos que funcionan pisando el acelerador, apretando un gatillo, o dando pedales. Los sistemas de transporte unipersonal tipo Segway como el del incidente de Pekín, que no es exactamente un modelo de Segway, aunque la denominación de esta marca se haya instituido casi como un estándar a la hora de hablar de estos vehículos (como el pan Bimbo, o el Donut), se basan en el balanceo del usuario. De manera que este, con el movimiento de su propio cuerpo, dirige hacia donde se desplaza y la velocidad del vehículo.
Si el usuario va con las manos ocupadas, distraído, o incluso cargando con una cámara de televisión y todo el equipo de grabación siguiendo a un atleta, como en este caso, cualquier despiste puede causar un accidente. Esa es la razón por la que muchas ciudades tienen ciertas restricciones para el uso de estos vehículos unipersonales, y