Bonhams subastará el próximo 9 de octubre un Porsche 911 Targa muy especial. Se trata de una unidad equipada con un motor 2.7 del año 1974 – nada especial en este aspecto – que ha sido propiedad de alguien especial. Y por alguien especial nos referimos a la policía holandesa, en su brazo equivalente a nuestra Guardia Civil de Tráfico. Llamada AVD (Algemene Verkeers Dienst), recibió en 1974 este 911 tan especial. La idea era tener un vehículo de intervención rápida, el primero en llegar a la zona problemática. ¿Pero por qué Targa?
Antes de estos 911 Targa, la policía holandesa empleaba Porsche 356 descapotables.
Un concesionario Porsche fue el que vendió el 911 a la policía, que luego lo preparó para las labores policiales en sus talleres especializados. Es por ello que su carrocería de color Grand Prix White fue vinilada con los tonos naranjas de la policía holandesa. En su exterior se instaló un sistema de iluminación mejorado, una luz estroboscópica montada en el arco del techo targa y una buena batería de sirenas, tanto en la parte delantera como en la zaga, capaces de emitir un fuerte sonido que muchos no asociaban con un 911.
Un altavoz les permitía comunicarse con el exterior, y un cartel luminoso con la palabra Stop en la zaga se usaba para dar el alto a infractores. Un extra obligatorio en este 911 era un espejo retrovisor en el lado derecho, entonces opcional. Os aseguro que en 1974 no muchos coches eran más rápidos en las carreteras de Holanda que este 911. Aunque estaba equipado con un motor 2.7 de seis cilindros y “sólo” 150 caballos, era capaz de acelerar en unos 8 segundos hasta los 100 km/h y su velocidad punta se cifraba en los 210 km/h.
Otros accesorios imprescindibles de este coche de policía