Así es el renacer definitivo de Borgward. La marca ha resurgido de sus cenizas con un nuevo modelo, el Borgward BX7, un SUV de segmento compacto que hará se debut en el Salón de Frankfurt en los próximos días. Aunque su diseño y su sede entienden mucho de alemán, es una marca que revive gracias a la inyección de capital de Foton, un fabricante de camiones chino. No hace falta que te diga que su principal mercado es aquél.
El Borgward BX7 es sencillo en términos generales cuando hablamos de diseño, pero muestra detalles de estilo bien marcados como la calandra, de gran tamaño y en acabado brillante. Los grupos ópticos delanteros se unen con ella, y crean un efecto curioso que a muchos nos recuerda a una mezcla entre un Buick y un BMW X3. En todo caso, el resultado es bastante atractivo.
Atrás lo más destacable son unos caderas bien marcadas y unas letras que rezan Borgward en grande en el portón del maletero. Hay protecciones plásticas en los bajos, barras de techo y, sorprendentemente, unas llantas no excesivamente grandes con un neumático de gran perfil que le confieren un auténtico aire todoterreno.
Aunque el interior todavía no nos lo han mostrado, el Borgward BX7 equipará buena parte de los gadgets de confort y seguridad de cualquier coche moderno, como el control de crucero adaptativo, frenada automática de emergencia con detección de peatones o cámaras de visión 360º. En el apartado multimedia, debería de estrenar una pantalla de 12,3 pulgadas.
Mecánicamente el BX7 se beneficia de momento de un motor de gasolina de 2.0 litros y sobrealimentación con una potencia de 224 caballos. Se distribuye entre las cuatro ruedas con un sistema de tracción total inteligente y a través de una caja de cambios automática de doble embrague y 7 relaciones. No