Así entiende Citroën que sería el Mehari del Siglo XXI. El Citroën Cactus M, como su propio nombre indica, es un derivado del famoso y peculiar Citroën C4 Cactus, transformado para la ocasión en un atípico crossover descapotable o, mejor dicho, sin techo. ¿Y cómo han conseguido esta transformación? Para aproximarse un poco más al concepto del Mehari original, y sin desmerecer la modernidad que exige cualquier prototipo, este Citroën Cactus M se presenta con dos grandes puertas laterales, cuatro plazas y, en ausencia de techo, dos grandes arcos de protección en el frontal y en la zaga. Máxima simplicidad. Sin más.
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El Citroën Cactus M también goza de un aspecto más campero, de todocamino, que su homólogo de producción. Empezando por el hecho de que sus suspensiones se hayan alzado y se utilicen llantas de un diámetro mayor (de 19”) con neumáticos muy estrechos. Las defensas también se han reforzado con nuevas protecciones de plástico, trasladando algunos de los rasgos que ya vimos en el Citroën Aircross Concept presentado este año.
El plástico, como en su predecesor, es el gran protagonista de la carrocería de este Citroën Cactus M. Por sencillez, economía, resistencia a los elementos (a la sal, el agua, etcétera) y reducción de peso, cifra que por cierto desconocemos.
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Aunque haya sido diseñado para ser disfrutado al aire libre, contaría con una cubierta de lona para evitar problemas si nos sorprende un chaparrón.
Salta a la vista que su decoración también afianza ese aspecto veraniego de un vehículo que estaría muy enfocado en su uso en días de asueto, en días vacacionales. El ejemplo más claro lo tenemos en el tono celeste de su carrocería, o los tapizados floreados de la tapicería que recubre los asientos y