Tras un intenso día de reuniones al más alto nivel, el Consejo de Administración del Grupo Volkswagen ha tomado medidas drásticas ante el escándalo Dieselgate. Se han producido cambios tanto en personal como en organización, con el objetivo de digerir la actual crisis lo mejor posible, pero también con el objetivo de dar más control al Consejo de Administración del grupo. Un selectivo juego de tronos que deja como figura visible a Matthias Müller, ahora CEO del Grupo Volkswagen, tras haber dirigido Porsche los últimos años.
Un nuevo Grupo Volkswagen, reestructurado y centralizado
Más control, más centralización. Y bastantes cabezas han rodado en lo más alto del grupo.
La decisión de colocar como CEO a Matthias Müller no es casual. El anterior CEO de Porsche comenzó trabajando para Audi en 1977, como operario de línea. De forma meritocrática ha ascendido hasta lo más alto, con un último ascenso propiciado por la dimisión de Martin Winterkorn. De Matthias Müller y de un Consejo de Administración más riguroso y controlador será la responsabilidad de “sacar la basura” y vigilar que nada de lo acontecido se vuelva a repetir. Una gran responsabilidad, la de tener 600.000 personas a tu cargo, ni más ni menos.
La mayor novedad es la reestructuración del grupo, que os resumimos en varios puntos.
Creación de una nueva Volkswagen Group of North America
Aglutinará las unidades regionales de México, Estados Unidos y Canadá. Estará dirigida por el Dr. Winfried Vahland, antes miembro del Consejo de Administración de Skoda. El actual CEO de Volkswagen en Estados Unidos retiene su cargo, sorprendentemente.
Porsche asimila en su órbita a Bentley y Bugatti
Esto no quiere decir que ahora se rebauticen los Bentley o los Bugatti como Porsche, pero sí implica un control más directo de las mismas por parte de Porsche, así como el uso de plataformas comunes para los