En el año 2012 Peugeot fue pionera al lanzar al mercado el Peugeot 3008 Hybrid4, el primer vehículo híbrido del mundo con motorización diésel. Posteriormente, son muchos los fabricantes que han seguido sus pasos, pero los franceses se adelantaron en aquel momento. Luego llegaron otros modelos como el Peugeot 508 RXH, la variante berlina del 508 o incluso el Citroën DS5 con este mismo sistema de propulsión.
No es ningún secreto que las ventas de los modelos Hybrid4 de PSA no han sido elevadas y entre otras cosas, es uno de los motivos por los que PSA planea dejar de lado esta tecnología, según Maxime Picat, CEO de Peugeot. El objetivo es desarrollar un sistema híbrido que pueda tener una mayor aceptación es los distintos mercados en los que PSA comercializa sus coches.
El problema es que el sistema Hybrid4, al emplear un motor diésel, tiene aún menos aceptación en los países donde la gasolina es mayoritaria. Una ventas escasas hacen que la producción de este tipo de coches sea más cara, ya que no pueden jugar con las economías de escala y al mismo tiempo, los hacen menos competitivos ante la competencia. La pescadilla que se muerde la cola. Por eso planean desarrollar un nuevo sistema híbrido de enfoque más global, que no tendrá al motor diésel como protagonista, sino a un motor de gasolina.
Todavía no se sabe hasta cuando PSA seguirá ofreciendo los sistemas Hybrid4 en su gama. Es probable que el sistema vaya desapareciendo según los Peugeot 508 RXH, Peugeot 3008 y Citroën DS5 vayan abandonando el mercado para dar paso a sus respectivas nuevas generaciones.
El sistema híbrido Hybrid4 combina un motor 2.0 diésel de 163 caballos que mueve las ruedas delanteras y está asociado a un cambio pilotado de seis relaciones, con otro motor eléctrico de 37 caballos