Tras la acusación hacia Volkswagen por falsear la homologación de sus motores diésel en Estados Unidos, las investigaciones continúan para uno de los grandes escándalos del mundo del motor, al que algunos ya están denominando como ‘Dieselgate’. El fabricante alemán se ha pronunciado en el tema diciendo que el software que gestiona el motor y culpable de falsear los datos se instala en más motores de los que se pensaba.
También se conoce como “defeat device” y lo que se consigue instalando este dispositivo, a grandes rasgos, es detectar cuando el vehículo se está sometiendo a un proceso de homologación y adaptar el motor para conseguir unas mejores cifras en emisiones o consumos. Pues bien, unn total de 11 millones de motores EA189 del Grupo Volkswagen podrían utilizar dicho dispositivo.
Se trata de un motor 2.0 TDI common-rail que no solo se ha vendido en Estados Unidos, sino que también es utilizado por vehículos de Volkswagen, SEAT, Skoda o Audi a nivel global. Por lo tanto las investigaciones tendrán que continuar en otros países como Francia o Corea. Todavía no queda claro si esta infracción será castigada también en Europa. Hay que decir que la legislación en Estados Unidos contra las emisiones es más exigente que la Euro 6.
Volkswagen ha declarado que en Europa “cumple con los requisitos legales y las normativas ambientales” y que “el software en cuestión no afecta al manejo, el consumo o las emisiones“. Aunque Volkswagen no ha dicho si tomará medidas para arreglar los vehículos afectados, ha dispuesto un fondo de 6.500 millones de euros para “cubrir las medidas de servicio necesarios y otros esfuerzos para recuperar la confianza de nuestros clientes”.
Este escándalo ha supuesto un gran golpe para compañía, cuyo valor en bolsa se desplomaba un 23 % durante el día de ayer y su valor de mercado ha bajado en 15.600 millones