En Plan PIVE fue lanzado hace ya años por el Gobierno con el objetivo de dinamizar las ventas de coches, estancadas tras la crisis económica a niveles similares a los de principios de los años 90. Un programa de achatarramiento de vehículos antiguos al que se han destinado 1.115 millones de euros desde su lanzamiento. Vamos por su octava edición desde que fuese lanzado a finales de 2012. Pero todo llega a su fin, e Industria anuncia el fin de las subvenciones. Cuando el actual PIVE agote sus fondos, no habrá otro.
Según Industria, el Plan PIVE ha retirado de circulación más de un millón de coches con una edad media de 16 años.
Un anuncio que no nos pilla por sorpresa, los niveles de matriculaciones superarán el millón de coches en 2015, y desde ANFAC se considera que las ayudas han sido suficientes para devolver al sector a un nivel de matriculaciones acorde con el PIB per cápita de España. El director general de Industria – Víctor Audera – asegura que las ayudas han cumplido su cometido. Desaparece así la ayuda de 1.500 euros por coche, la mitad de ellos eran aportados por la marca, con la parte gubernamental tributando en el IRPF.
La recaudación fiscal por IVA, Impuesto de Matriculación e IRPF ha superado con creces el coste para los presupuestos del estado. El Plan PIVE 8 – cuyo presupuesto fue de 225 millones – recuperará 69 millones sólo a través de IRPF, y 1.200 millones a través del resto de impuestos. Otro anuncio efectuado por Víctor Audera es que los planes PIVE, PIMA y MOVELE tendrán su continuidad en el futuro con un programa conjunto, denominado MOVEA.
Este programa pretende apoyar la compra de vehículos movidos por energías alternativas, como la electricidad, el gas o el hidrógeno. No está claro aún