El ADAC, el club de automovilistas alemán, acaba de hacer públicos los resultados de una de sus últimas pruebas, centrada específicamente en el Fiat 500L Living de 7 plazas y, por extensión, en esta suerte de pequeños utilitarios con tres filas de asientos. Su prueba – que se puede ver en vídeo en este mismo artículo – ha comprobado que la sexta y la séptima plaza en estos automóviles es peligrosa, o al menos no goza de la seguridad que sí presentan el resto de plazas.
Si se produce un impacto por alcance en la trasera, especialmente si el coche que impacta es grande, el riesgo de sufrir heridas graves en los pasajeros de la tercera fila de asientos es alto.
Recordemos que el Fiat 500L Living es un monovolumen de dimensiones muy contenidas, que ha crecido ligeramente para acoger a dos pasajeros más en una tercera fila de asientos, pensada sobre todo para niños, o para trayectos muy cortos, por lo limitado de su espacio. El problema de esta tercera fila de asientos no es otro que la cercanía con el portón trasero, o la poca distancia existente entre el cuerpo de los pasajeros y las superficies que soportan el impacto. De manera que los daños de un choque en la zaga del choque se pueden transmitir a las extremidades de los pasajeros, o incluso la cabeza, al ser golpeado el reposacabezas. Si el vehículo que colisiona contra nuestro coche es especialmente alto, como un todoterreno, un autobús, o un camión, la integridad de los pasajeros que viajen en esas plazas – según el ADAC – se ve seriamente comprometida.
¿Son por lo tanto inseguros los vehículos de 7 plazas y dimensiones pequeñas? No lo son.
La asociación alemana (ver informe del ADAC, en alemán) recomienda utilizar esta tercera fila de asientos únicamente