Nissan se adapta a los nuevos tiempos, y lo hace con la nueva generación del X-Trail, que pasa de ser un 4×4 bastante puro a un SUV más refinado y equivalente a los niveles de confort de una berlina. Nosotros probamos la nueva versión de gasolina de 1.6 litros, que entrega una potencia de 163 CV y que resulta muy equilibrada en todos sus apartados.
Por fuera, hay que reconocer que es un todoterreno con un aspecto más moderno. Muy en la línea del Qashqai, como no podía ser de otra forma, el X-trail va muy en la línea de su competencia más directa.
Un habitáculo muy acogedor
Por dentro, el diseño sigue la misma línea, con una calidad de materiales a la altura de lo que se espera, y con un entorno muy agradable y confortable si optas por los acabados más altos asociados a la tapicería de cuero.
El espacioso interior tiene una disposición de asientos como en un teatro, con la segunda fila situada en un plano ligeramente superior a la delantera y la opción de dos asientos extra para aumentar las plazas a siete.
Los toques prácticos incluyen unas puertas traseras que abren hasta 90 grados -mucho más de lo normal- no tan solo para facilitar el acceso al vehículo sino también para proceder a atar y desatar a los niños con más facilidad en sus sillitas infantiles. El confort de la fila trasera se ha mejorado gracias al espacio extra para las rodillas generado por la superior distancia entre ejes y los asientos delanteros tienen un respaldo con una forma más marcada para aumentar la sujeción lateral de los ocupantes.
La banqueta de la segunda fila tiene los respaldos reclinables y es deslizante mientras que la tercera, si se monta en opción, puede plegarse para aumentar el volumen del espacio de