Si pensamos en Australia, es probable que no tarde mucho en aparecer en nuestra mente un canguro. Estos animales son, precisamente, en los que más piensas los conductores australianos, puesto que son una de las principales causas de accidente en Australia. Se estima que anualmente hay más de 20.000 accidentes con canguros implicados, con un coste para las aseguradoras cercano a los 49 millones de euros, al margen de las innumerables lesiones o fallecimientos de conductores.
Volvo siempre ha sido una compañía concienciada por la seguridad y por eso trabaja desde hace años en un sistema de detección de canguros que ahora se está probando por primera vez. La marca está estudiando el comportamiento de estos animales al borde de las carreteras, recopilando datos para incorporarlos a sus sistemas de mitigación de impactos, para poder optimizar la respuesta de este ante la presencia de canguros en la carretera.
El sistema de mitigación de impactos de Volvo utiliza cámaras y radares para detectar los obstáculos y con esta nueva funcionalidad, el fabricante sueco se convierte en el primero en desarrollar un sistema de semejantes características. El principio de funcionamiento es igual que el que emplea el sistema ante otros obstáculos, aplicar los frenos para evitar el impacto o minimizar sus consecuencias.
El sistema actual de mitigación de impactos de Volvo no es suficiente para anticiparse a los canguros. Estos suelen estar presentes en zonas a las que se circula a alta velocidad, mientras que el hábitat idóneo para cualquier sistema de frenada automática de emergencia es la ciudad, donde se circula a menor velocidad. Una de las dificultades añadidas es que los canguros son más rápidos e impredecibles, además de más pequeños, que otros animales sobre los que ha trabajado Volvo, como los alces.
El Volvo City Safety, que así es como se llama el