No son buenos tiempos para los deportivos en España. Probablemente haya sido uno de los segmentos que más se ha visto sacrificado con la crisis, aunque este año sus cifras están mejorando considerablemente. Si las perspectivas no son buenas, ¿quién es capaz de sacar de su bolsillo el dinero que se necesita para adquirir un deportivo y mantenerlo? Es más, si nos pedís honestidad, antes de comprar un deportivo nuevo os recomendaríamos echar un ojo al mercado de ocasión, en el que se pueden encontrar opciones muy interesantes para presupuestos muy ajustados. Pero estaréis conmigo en que es relativamente fácil cruzarse con un Volkswagen Golf GTI o GTD (ya son más de 30.000€), o incluso un Golf R (ya son más de 40.000€). ¿Y por qué es tan difícil cruzarse con otros deportivos, que aún resultándonos excelentes, incluso ajustados de precio, nadie compra?
Subaru BRZ
Nos encanta: por su estética, especialmente en azul Galaxy Mica.
Sobre el papel, el Subaru BRZ era el deportivo que todos estábamos esperando. Motor bóxer de cuatro cilindros, tracción trasera, dos plazas traseras que, si bien es cierto no son demasiado holgadas, ya te sirven para llevar a los pequeños, e incluso para que suban a bordo otros dos adultos en un viaje que no sea excesivamente largo. Añade una distribución de pesos muy correcta, un paso por curva excelente, cierta predilección al drifting y un motor que, aún pecando de falta de potencia y patada, es agradecido como el que más con el conductor, con 200 CV de potencia y bastante chispa si lo llevamos a un régimen alto.
Por encima de todo, es exclusivo, es agresivo y goza de un diseño muy radical. Y estaréis conmigo en que decorado en azul Galaxy Mica es una preciosidad. El Subaru BRZ arranca en 30.900€, menos que un Golf GTI,