El alcohol y cualquier tipo de vehículo no se llevan bien. El problema viene cuando alguien subestima las capacidades de aceleración de un hiperdeportivo como el Koenigsegg Agera R. Y además, va borracho. Ya hemos visto que los coches de altas prestaciones son máquinas potencialmente muy peligrosas en las manos inadecuadas. El dueño de un Koenigsegg Agera R se ha quedado sin su coche, y por fortuna no hay que lamentar ningún daño personal. Pero la falta de responsabilidad podría haber terminado en tragedia.
Con 1.140 CV de potencia y un peso en orden de marcha de 1.435 kg, es necesario respetar y temer al Agera R.
Según el vídeo, el conductor del Koenigsegg aceleró fuertemente, perdiendo tracción y estrellándose contra unas vallas de metal que separaban la carretera de la acera contigua. El impacto hace al coche rebotar y girar sobre sí mismo, con trozos de carrocería desprendiéndose de forma muy dolorosa. El Koenigsegg Agera R es un bien importado de lujo en China, y sus aranceles son enormes. El precio de un Agera R en China ronda los 4 millones de euros, a pesar de que en Europa se venda por menos de la mitad de dicho precio.
El hiperdeportivo sueco está propulsado por un motor 5.0 V8 sobrealimentado por dos turbocompresores. Muy pocas unidades se han construido, y alimentadas por bioetanol son capaces de desarrollar una potencia de 1.140 CV, acompañada de un par motor máximo de 1.200 Nm. Con un peso contenido, es capaz de cifras de récord: de 0 a 300 km/h y vuelta a 0 en sólo 21,19 segundos. Palabras mayores. Definitivamente, una máquina temible que mezclada con alcohol y poco cerebro es el cóctel perfecto para el desastre.
Fuente: Carscoops
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