McLaren colgó el cartel de “todo vendido” del fantástico P1 hace ya más de dos años. Lo colgó cuando apenas habían salido unas pocas unidades de fábrica. McLaren hoy anuncia que la producción – limitada a sólo 375 unidades – ha finalizado de forma oficial. Y con el fin de producción del McLaren P1 se puede dar por concluida la actual generación de hiperdeportivos – la más mediática – con dos brillantes Porsche 918 Spyder y LaFerrari. Dan paso a nuevas batallas híbridas de altura, la más cercana, entre Koenigsegg y Bugatti.
Ferrari ha fabricado 500 unidades del LaFerrari, y Porsche ha fabricado 918 de su 918 Spyder. El P1 es el más escaso.
El McLaren P1 ha estado en producción durante dos años enteros. Fue lanzado algo antes que LaFerrari y algo después que el Porsche 918 Spyder. Mecánicamente, se encuentra en una posición “intermedia”. Con muchas comillas, entiéndase. A su motor 3.8 V8 de doble turboalimentación y 738 CV se sumaba un motor eléctrico de 178 CV, que llevaban la potencia total del sistema hasta unos impresionantes 916 CV. Es algo más potente que el Porsche 918 Spyder – 898 CV – y algo menos potente que un LaFerrari, cuya potencia total era de 963 CV.
A pesar de su déficit de potencia con respecto al Ferrari y la ventaja de la tracción total del Porsche 918 Spyder, varias pruebas han demostrado que es el más rápido en circuito, aunque sea por un estrecho margen. Al estar el motor eléctrico situado entre el motor V8 y la caja de cambios, su apoyo a la entrega de potencia es muy directo y controlable. Por ejemplo, el Porsche 918 Spyder tiene un motor eléctrico propulsando sólo las ruedas delanteras. La puesta a punto del P1 también ha sido extraordinaria.
Su valor se apreciará de