En 2001 se estrenó la primera película de una saga que ya podemos considerar mítica, The Fast and The Furious o A Todo Gas.De esa primera película aún se recuerdan muchos coches, como el Mitsubishi Eclipse, el Toyota Supra MkIV naranja o el Dodge Challenger de Toretto (Vin Diesel), pero otros coches como el Volkswagen Jetta A3 de 1995 de la imagen de cabecera no son tan recordados con el paso de los años.
En la película este coche fue usado por Jesse, el personaje de Chad Lindberg, que en el filme es asesinado por darse a la fuga con su Volkswagen Jetta, coche que había apostado y que perdió al no resultar vencedor de la carrera. El coche es actualmente propiedad del actor Frankie Muniz (conocido por interpretar a Malcolm) y se subastará en la próxima subasta de Barrett-Jackson que se celebrará entre los días 23 y 31 de enero en Scottsdale, Arizona.
Las peculiaridades de este coche van más allá de que haya participado en el rodaje de esa primera película, puesto que está firmado en el alerón por Chad Lindberg, el director de la película Rob Cohen y por Paul Walker, el difunto protagonista de la saga.
Las modificaciones de este Volkswagen Jetta, que no tendrá precio de reserva en la subasta, afectan a la carrocería, que cuenta con una parrilla y faros de Volkswagen Golf, alerón, faldones y taloneras, llantas y una decoración exclusiva.En el interior cuenta con una jaula antivuelco trasero, asientos deportivos, un potente equipo de sonido y una ya desfasada Play Station 2. La mecánica que se esconde bajo el capó no es ni rápida ni furiosa, ya que se trata de un motor 2.0 atmosférico asociado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades.
Fuente – Barrett-Jackson
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