En un movimiento un tanto sorprendente, la Corte Suprema de la India ha prohibido de forma estricta la venta de coches nuevos equipados con un motor diésel en Delhi. Esta decisión responde al alarmante nivel de contaminación atmosférica que la ciudad más grande de India ha experimentado durante los últimos años. Dicen que el Dieselgate del Grupo Volkswagen fue la gota que colmó el vaso en el subcontinente, donde circulan unos 320.000 vehículos afectados, dentro de un parque móvil sorprendentemente dieselizado.
No se podrán comprar coches diésel con más de dos litros de cilindrada en Delhi hasta el 31 de marzo de 2016.
Aunque no llega al nivel de España, donde casi 7 de cada 10 coches vendidos llevan un motor diésel, el 37% de los turismos nuevos en la India se venden con motor diésel. La cifra supera el 90% si estamos hablando de vehículos comerciales o SUVs. Durante el pasado Diwali – que transcurrió en noviembre – se superaron en 40 veces los niveles máximos de contaminación atmosférica recomendados por la OMS. Se cree que la contaminación atmosférica excesiva en la India causa unas 600.000 muertes prematuras cada año.
La decisión de la Corte Suprema de la India ha sido prohibir en Delhi la venta de coches diésel con motor superior a los dos litros de cilindrada. Esta prohibición estará en efecto hasta finales de marzo del año que viene, aunque podría ser revisada de nuevo si los niveles de contaminación no experimentan una mejora. No es la única medida: la ciudad ha doblado el “peaje verde” que los camiones deben pagar por acceder a la ciudad, y si un camión tiene más de 10 años, directamente tendrá prohibido el acceso a la ciudad.
Es más efectivo restringir la circulación o subir los impuestos al gasóleo.
Prohibir la venta de coches diésel