Estamos ante todo un acontecimiento. Muy pronto Porsche estrena un nuevo motor de cuatro cilindros, horizontalmente opuestos, en dos bancos, con dos cilindros a cada lado, flanqueando un cigüeñal. Un motor de tipo bóxer, flat-4, que con sus cuatro cilindros se situará por debajo de los ya conocidos flat-6 utilizados históricamente en los modelos Porsche 911, Porsche Cayman y Porsche Boxster. Una novedad tan importante, que incluso en Stuttgart han decidido cambiar la denominación por la cual conoceremos a los dos deportivos de acceso de la gama Porsche, los de motor central, que a partir de ahora responderán a los nombres de Porsche 718 Boxster y Porsche 718 Cayman. Pero eso no es todo. Aún habrá muchas novedades importantes que tener en cuenta.
La denominación 718 la heredan del Porsche 718 de los años cincuenta, un deportivo de carreras, sin techo y con cuatro cilindros, que estaba derivado del 550.
La denominación 718 no es casual. El Porsche 718 nacía en los años cincuenta, como una evolución del Porsche 550, y como un deportivo de carreras sin techo, y de motor central, un bóxer de cuatro cilindros atmosférico. De ahí que Porsche haya optado por recuperar esta denominación histórica para celebrar un acontecimiento tan importante como este, la llegada de un nuevo motor de cuatro cilindros enfrentados dos a dos, y turbo, para llevar a un nuevo nivel las prestaciones de la gama Boxster y Cayman.
De manera que se confirmaría, finalmente, que Porsche está llamada a abandonar su gama de motores atmosféricos en pos de motores turboalimentados, más potentes, y más eficientes, como los recientemente estrenados por la renovada gama Porsche 911 Carrera y Carrera S.
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Cayman y Boxster serán más parecidos que nunca, con la salvedad de que el primero seguirá siendo coupé, y el segundo descapotable.