Tras la calma llega la tormenta podríamos decir algunos ante el vendaval que está fraguándose en el seno de Porsche. Y sí, me refiero concretamente a las corrientes de aire que generan los turbocompresores de los nuevos Porsche 911, y ahora en la nueva hornada de 911 Turbo. Conocemos a los nuevos Porsche 911 Turbo y Turbo S 2016.
Algunos se preguntaban qué pasaría con el nuevo motor de los 911 Turbo tras la llegada del turbocompresor a los 911 de acceso. Pues la realidad es que ha pasado poco, si con poco entendemos que ambos tienen ahora más potencia con el mismo 3.8 boxer de 6 cilindros. También hay más equipamiento y una nueva cara.
De la cara podemos hablar de forma comedida, pues son pocas las modificaciones acometidas en el centro de diseño Porsche. No hay más que sutiles detalles en el paragolpes delantero, también en las ópticas, mientras que en la parte trasera debemos centrar nuestra mirada en las tomas de aire de la tapa del motor, los pilotos y en el diseño de los escapes. No faltan nuevas llantas de 20 pulgadas.
Bajo el techo metálico o el techo de lona de los Porsche 911 Turbo y Turbo S 2016 se esconde un habitáculo que apenas ha recibido mano de bisturí. Su novedad se centra en el nuevo volante, que incorpora el nuevo selector de modos de conducción que estrenara el 918 Spider y posteriormente el 911 Carrera. Forma parte del paquete Sport Chrono de serie.
El sistema multimedia es ambién nuevo, una evolución compartida con los 911 Carrera que promete mayor calidad y conectividad con nuestro stmartphone. Pero si de equipamiento hablamos en los Turbo, merece la pena mencionar el sistema PASM de suspensión adaptativa con mayor diferenciación ente modos, el PDCC que mejora la estabilidad en curva o