Estás sentado en el sofá viendo en la tele un programa que ni te interesa. Da más pereza levantarse que intentar coger el hilo. Y entonces surge una idea en tu cabeza. La misma de siempre en realidad. Quieres un deportivo. Cuando empiezas a enlazar líneas escuchas la voz de tu hijo de 7 años. Que quiere ir al parque, dice. Te haces el distraído para instantes después escuchar un: “¡Guillermo, deja en paz a tu hermano!”. Resulta que tienes dos críos y nadie te había dicho nada. La idea del deportivo se esfuma.
Bajas al parque y te fijas en un Skoda Octavia recién sacado del concesionario. Vaya, pues ofrece espacio, piensas. Y la idea del deportivo resurge. “¿Esta gente no hacía versiones deportivas?”. Vaya que si las hacen, lo que tienes delante es un Skoda Octavia RS, la nueva generación más potente y rápida que nunca. Es el modelo que ponemos a prueba esta semana en su versión 5 puertas con motor TDI de 184 CV y cambio automático DSG.
Sutiles retoques
Esa berlina compacta con aspecto de sedán que has visto tiene mucho de lo que deseas, como que por ejemplo se distinga de un Octavia corriente. Es un kit de carrocería que le sienta francamente bien, y compuesto además de detalles no demasiado desgarradores. Dentro de lo deportivo es discreto en sus 4,68 metros de largo, 1,81 metros de ancho y 1,44 metros de alto.
El paragolpes delantero tiene tomas de aire más grandes, todas de formas bastante cuadradas, y es que así es la nueva línea de diseño de Skoda. Es agresivo el frontal y va decorado con una parrilla en negro brillante y un fondo de los faros en el mismo color. Las llantas de serie son de 18 pulgadas, aunque tenemos una amplia variedad de modelos a