Hace unos días os hablábamos de un tema que nos preocupaba, y personalmente nos decepcionaba, el sobrepeso de los coches modernos. Ya os decíamos que se trataba de un mal necesario, si queríamos coches más seguros, bien equipados, y con un precio al alcance de todos los públicos, no había más remedio que ese para lograr estos objetivos. Lo interesante, y el golpe de optimismo que hoy podemos transmitiros, está precisamente en el hecho de que esa tendencia esté revirtiéndose. Por fin estamos comenzando a acostumbrarnos a que prácticamente cada coche que se presenta sea más ligero que su predecesor. Y hemos llegado a un punto en el cual ya podemos afirmar que muy pronto los coches serán más ligeros que nunca. Llevándonos hacia una filosofía, la de restar kilogramos, y necesitar menos potencia para cubrir con nuestras necesidades, que nos encanta.
Los aceros de alta resistencia están siendo una de las claves para conseguir coches más ligeros sin que su coste se dispare.
Las mismas técnicas que han ayudado a mejorar la seguridad de nuestros coches, están consiguiendo que estos sean cada vez más ligeros. La pequeña revolución que hemos vivido en los últimos años en la industria del automóvil ha llegado de la mano de las aleaciones. Más allá de técnicas como el downsizing, reducir el tamaño de los motores para obtener la misma potencia, y prestaciones, mediante técnicas como la turboalimentación, los materiales están siendo una de las grandes claves del aligeramiento de nuestros coches.
Los fabricantes trabajan ya con nuevas aleaciones de acero que mediante diferentes composiciones de carbono y hierro, y diferentes procesos de fraguado, consiguen que una lámina de acero más fina y ligera goce de la misma resistencia que las láminas utilizadas hasta la fecha. Son los denominados aceros de alta y ultra-alta resistencia, materiales que