El hielo es uno de los grandes problemas que hemos de afrontar los conductores en invierno, sobre todo en zonas muy expuestas a temperaturas bajo cero. Un problema que se extiende a los viandantes, las aceras, las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, y otros muchos lugares especialmente propensos a la acumulación de hielo. Hasta ahora, las soluciones que se empleaban pasaban por la sal, o la retirada de acumulación de nieve mediante máquinas quitanieves. Una tarea cara, y laboriosa, que podría resolverse mediante un método inesperado, pero según parece efectivo, hacer pasar electricidad por el hormigón empleado en la superficie.
Utilizar hormigones conductores para que la electricidad derrita el hielo de la superficie puede ahorrar mucho dinero a la hora de eliminar el hielo de las carreteras, y los problemas asociados a las sales y los químicos que se emplean habitualmente.
Chris Tuan, investigador de la Universidad de Nebraska, habría creado un hormigón, formado por un compuesto que mezcla diferentes cementos, un 20% de acero y partículas de carbono, para conseguir que el material sea suficientemente conductor como para que una determinada corriente eléctrica aumente la temperatura de la superficie, y sea capaz de derretir el hielo (Phys.org). La tecnología ya ha sido probada y al parecer está respondiendo correctamente a las pruebas iniciales. Si la Administración Federal de Aviación lo aprueba podría probarse muy pronto en uno de los aeropuertos internacionales de Estados Unidos.
Según su desarrollador, esta tecnología no implica los problemas que generalmente conllevan otras soluciones, como los químicos y las sales utilizados habitualmente para derretir el hielo, y su coste es muy inferior. La intensidad que atravesaría el material, además, sería la suficiente para lograr el resultado esperado sin que conlleve ningún peligro para los viandantes. Uno de los escenarios en los que se ha probado ha sido