Desde que el Bugatti Veyron dejó de producirse parecía que el mercado de los superdeportivos había quedado huérfano. Hasta hoy. En el Salón de Ginebra ha sido presentada la nueva joya de la corona, el esperado Bugatti Chiron. Aunque ya lo habíamos podido ver camuflado y habíamos leído muchas especulaciones, por fin se hace oficial este vehículo destinado a destacar y a ser una referencia mundial.
Ha aumentado ligeramente las dimensiones con respecto a su predecesor. Ahora mide 4,54 metros de largo, 2,03 metros de ancho y 1,21 metros de alto. Esto se va a traducir que su habitáculo biplaza sea más espacioso. Por otro lado también lo convierte en un coche 155 kg más pesado, sobre la balanza se queda en un total de 1.995 kg, aunque no os preocupéis también aumentará su potencia para compensarlo.
Sabíamos que utilizaría el potente motor W16 de 8.0 litros y cuatro turbos, pero las cifras era lo que desconocíamos hasta el momento. Esta mecánica se ha actualizado para desarrollar en el Chiron 1.500 CV a 6.700 rpm y 1.600 Nm de par entre las 2.000 y las 6.000 rpm. Se acopla una transmisión automática de doble embrague DSG con siete velocidades que entrega toda la potencia a las cuatro ruedas.
Acelera de 0 a 100 km/h en menos de 2,5 segundos, de 0 a 200 km/h en menos de 6,5 segundos y el 0 a 300 km/h en menos de 13,6 segundos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 420 km/h y todavía no sabemos cuanto podrá alcanzar sin limitar. Todo un prodigio que se ayuda de un coeficiente aerodinámico de 0,35 (0,59 con el aerofreno despleglado) y que es capaz de canalizar el aire hacia los frenos a través de los faros delanteros.
El aspecto del nuevo superdeportivo sigue en consonancia con el antiguo Veyron, pero tras una