Ya sabíamos que los modelos AMG Sport de Mercedes se iban a reclasificar como AMG. En vez de un Mercedes C 450 AMG Coupé, Mercedes nos presenta su nuevo AMG C 43 4MATIC Coupé. Un cambio de denominación que enmascara parcialmente el hecho de que su motor no ha sido ensamblado en Affalterbach por un solo técnico, sin ir más lejos. No es tan radical como un Mercedes-AMG C 63 Coupé, pero su chasis sí tiene reglajes específicos y un interesante sistema de tracción total. Conozcamos más a fondo a este AMG para todos los públicos.
Un AMG suavizado
No llega al nivel de los AMG C 63, pero cuenta con multitud de detalles específicos que aumentan su deportividad.
O descafeinado, como prefieras. Pero un AMG al fin y al cabo. No es tan macarra y tan llamativo como un C 63, pero hereda de su hermano mayor detalles específicos como un difusor trasero, o cuatro salidas de escape. También llaman la atención los emblemas “Biturbo-4MATIC” de las aletas delanteras o el “C 43” trasero. Nos deja claro que no es un Clase C Coupé más. Ya que en otros aspectos, no se diferencia demasiado de los modelos de base: no tiene un ancho de vías mayor y sus llantas – aún específicas – son discretas, con 18 pulgadas de diámetro.
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Su frontal tampoco es especialmente radical, y se asemeja mucho a los Clase C Coupé con pack AMG deportivo. En su interior sí se advierte algo más de personalización, sin caer en el exceso y la transformación de los “AMG puros”. El volante deportivo de tres radios es uno de los protagonistas, así como una consola central recubierta de aluminio. El salpicadero está también tapizado en cuero con ribeteado rojo, de aspecto elegante. Los asientos deportivos