El Opel GT Concept, que llegó hace un mes, es un prototipo que pondrá las bases para un futuro deportivo de producción. Un pequeño biplaza donde lo que prima son la ligereza y las sensaciones al volante. Cumpliendo con su condición de prototipo, servirá de escaparate tecnológico para otros modelos y por primera vez, la marca alemana nos muestra el futurista interior de este deportivo.
Porque si el exterior del GT Concept no es nada convencional, el habitáculo lo es menos. Nada más abrir la puerta (desde un control táctil, ya que no hay manetas) lo primero que destaca son los asientos deportivos. Uno va en color rojo y el otro en negro, aportando una curiosa asimetría. El panel de instrumentación es flotante y está realizado en aluminio cepillado, ayudando al coche a no pasar de los 1.000 kg de peso.
El volante es un elemento que destaca, homenajeando al Opel GT de los 60 y 70, con una forma prácticamente cuadrada. Se ha prescindido de muchos elementos, entre ellos los espejos retrovisores. En su lugar hay unas cámaras que proyectan sus imágenes en unas pantallas circulares situados a los laterales. También se han eliminado los botones, ya que todos los sistemas responden al control táctil o por voz.
Para ello utiliza una interfaz hombre-máquina (HMI) que se adapta y aprende del conductor constantemente. Cada acción que haga al volante, así como su estado de ánimo, se tendrán en cuenta para escoger el tipo de ruta, la temperatura e incluso la música. Además el vehículo será capaz de hablar con el conductor y mandar mensajes de aviso como si fuera el amigo que hace las veces de copiloto.
Todos estos elementos que parecen traídos del futuro es muy poco probable que aparezcan en la versión de producción del Opel GT Concept. Sin embargo, la parte mecánica