Allá por los años cincuenta, tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania había sido completamente desmilitarizada, y con ella buena parte de su arsenal y su flota de vehículos. En 1954, Alemania estaba lista para convertirse en un aliado de pleno derecho de la OTAN, pero también necesitaba un vehículo polivalente. El ejército alemán buscaba un todoterreno ligero en la línea del Jeep, o del Kübelwagen de Ferdinand Porsche que utilizó la Wehrmacht y las Waffen-SS en los planes militares del país durante la Gran Guerra. De hecho, si nos fijamos bien en la técnica y el aspecto de este Porsche 597 Jagdwagen, constataremos que ciertamente partía de un desarrollo que aprovechaba la técnica que en su día ya emplearon en el famoso Kübelwagen, que en esencia era un Beetle todoterreno.
El Porsche 597 Jagdwagen era un todoterreno ligero (< 1.000 kilogramos) con un motor trasero flat-4 heredado del Porsche 356.
Porsche quiso contribuir con su propio diseño, y desarrolló el Porsche 597 Jagdwagen, un todoterreno ligero con el motor flat-4 del Porsche 356 por detrás del eje trasero, y alrededor de 50 CV, que estaban bastante bien para sus escasos 990 kilogramos. Este todoterreno era capaz de alcanzar puntas de 100 km/h, y negociar pendientes de hasta el 65%.
Seguro que ya te habrás imaginado que su nombre responde a la lógica de los nombres alemanes. Así como el Volkswagen era el coche del pueblo alemán, el Jagdwagen era, traducido literalmente del alemán, el coche de los cazadores.
El Jagdwagen era, literalmente, el coche de los cazadores.
Y esa descripción no era nada mala para un todoterreno concebido inicialmente como vehículo militar, que finalmente acabaría en manos de civiles. Entre 1955 y 1958 se construyeron 71 unidades del Porsche 597 Jagdwagen, 49 de las cuales fueron destinadas al público civil. En 1959 Porsche aún esperaba