El Salón de Ginebra también es una cita a la que acuden multitud de empresas auxiliares del sector y proveedores de componentes. Goodyear nunca falla a Ginebra, y este año nos presentan un prototipo que me ha dejado… verdaderamente sorprendido. No estamos acostumbrados a que un prototipo nos deje tan descolocados, lo que interpreto como una buena señal: este neumático Goodyear Eagle-360 es una esfera, está imprimido en 3D, su dibujo imita a un cerebro y se conecta al coche mediante levitación magnética. Dejadme que os lo explique.
Cuenta con varios sensores en su interior, un cerebro electrónico que monitoriza el estado del firme y el desgaste del neumático.
Este neumático es un estudio de diseño prácticamente, un prototipo que explora el diseño que podrían tener los neumáticos del futuro. Porque según Goodyear, el futuro es autónomo, y este prototipo es un neumático especialmente diseñado para coches que no requieren de interacción humana. Este neumático ha sido imprimido en 3D, y su superficie imita los surcos de un cerebro, estableciendo una analogía con la inteligencia artificial de un coche autónomo. Un detalle a tener en cuenta es que el neumático cuenta con un cerebro electrónico.
Mejor dicho, multitud de sensores que informan al vehículo de la temperatura del asfalto y las condiciones de la vía. Además, podría monitorizar su desgaste, variando la zona en contacto con el firme, extendiendo la vida del neumático. El hecho de estar imprimido en 3D añade un interesante factor a la producción de neumáticos: se podría diseñar una banda de rodadura – esfera de rodadura en este caso – para cada región climática. No sería la misma para un coche autónomo en Dubai que para un coche autónomo en Toronto.
Me gustaría saber cómo se regula la presión de este neumático. Entre otros cientos de preguntas.
Otra llamativa característica