Si Porsche no hiciera el 911, quizá les comprarías sus trineos o hasta una grúa para la obra

Porsche es sinónimo de deportivos, especialmente del 911, y tecnología. La legitimidad que tienen en competición es abrumadora con más de 24.000 carreras ganadas a los largo de su historia, incluyendo 17 victorias absolutas (y más de 100 victorias si hablamos de categorías) en las 24 Horas de Le Mans, tres títulos mundiales en Formula 1 como motorista de McLaren y dos victorias en el París-Dakar (1984 y 1986). El aspecto tecnológico, al igual que la competición, forman parte del ADN de la marca Porsche. No en vano, Ferdinand Porsche, ideó el primer coche híbrido de la historia (Lohner-Porsche «Semper Vivus» en 1899). Y es que Porsche, antes que fabricante de coches, es un estudio de ingeniería. Ya sabes que el Volkswagen Escarabajo fue ideado por Ferdinand Porsche y que los motores de la primera generación del SEAT Ibiza fueron creados por Porsche. ¿Pero sabías que también diseñaron toros mecánicos? ¿Y un Seabob? Fedinand Porsche (sentado) junto a Josef Kales en el estudio de ingeniería de Stuttgart. 1937 Porsche fue desde sus inicios -y sigue siendo- sobre todo un estudio de ingeniería, fundado el 25 de abril de 1931 en Stuttgart. El Porsche 356, el primer coche en recibir el nombre comercial Porsche, fue el proyecto número 356 en el que trabajaron. Lo mismo ocurrió con el 901 (que Peugeot obligó a renombrar 911) y los siguientes modelos de la marca. Aunque en la actualidad y desde los años 70 ya no hay una continuación cronológica en la numeración para los coches, a menudo vuelven a reutilizar el número de un proyecto abandonado. A lo largo de la historia de Porsche como fabricante, ser un estudio de ingeniería le ha permitido mantenerse a flote en épocas muy complicadas a nivel

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