Toyota sigue insuflando energía a su gama crossover, y lo hace con el segmento de moda, el de los más pequeños urbanos, dominado por Renault Captur, Nissan Juke y Peugeot 2008. El Toyota C-HR 2016 es un pequeño crossover con el que Toyota aspira a cautivar a una nueva generación de clientes que buscan coches diferentes, distinguidos, y con el tamaño justo para dominar la ciudad y la carretera. Una nueva generación de clientes que tal vez no tuviera cabida en propuestas superiores, como el propio Toyota RAV4. ¿Y cómo pretenden conquistarnos con este Toyota C-HR?
Toyota ha puesto mucho, muchísimo énfasis, en la estética de este nuevo crossover para conquistar al cliente que esté decidiéndose por un pequeño crossover de la competencia.
La estética lo es todo.
El primer aspecto en el que destaca este Toyota C-HR es el del apartado estético. Probablemente estemos ante uno de los modelos con más carácter de la gama Toyota, con un objetivo tan claro como el de repetir el éxito que lo exótico, y lo peculiar, ha tenido en su categoría, con ejemplos tan destacados como el del Nissan Juke.
El Toyota C-HR entremezcla muchas ideas. Goza de un frontal muy agresivo, una cintura muy alta, una línea de techo con una caída suave, digna de un coupé y un pequeño voladizo trasero conformado por la inclinación de la luneta rasera, un buen alerón, y los grupos ópticos en forma de bumerán.
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Una gama de motores que incluye, faltaría más, un híbrido.
El nuevo Toyota C-HR se comercializará con un motor de gasolina 1.2 Turbo de 115 CV, asociado a un cambio manual de seis relaciones. También se ofrecerán alternativas con cambio automático, tracción delantera, y a las cuatro ruedas. En ciertos mercados se incorporará un motor de gasolina de 2.0 litros y