Cuando Chevrolet lanzó el Corvette Sting Ray a principios del año 1963, sabía que un selecto grupo de clientes se iría de carreras con el Corvette. Para ellos diseñó el paquete opcional Z06, que por un importe adicional de 1.818,45 dólares – el precio de un coche básico nuevo – transformaba al Sting Ray en una bestia devoradora de asfalto. El nombre Z06 ha pervivido hasta hoy en día en los Corvette más potentes y enfocados al circuito. Lo que quizá no sabías es que estos primeros Z06 eran conocidos como “Tanker”. ¿Por qué?
Sólo 199 Z06 fueron fabricados en 1963, y sólo 63 unidades llevaban el enorme tanque de 138 litros.
“Tanker” es en inglés americano una palabra cuyo significado es “camión gasolinera”. Esto se debe a que los primeros Corvette Z06 fabricados tenían como parte de su paquete de equipamiento la opción NP 03. Un depósito de combustible que dejaba en ridículo a los 75 litros del depósito de serie. Los Sting Ray Z06 Tanker tenían un depósito de combustible de 138 litros de capacidad. Una cifra más propia de un vehículo comercial o un vehículo de competiciones de resistencia. Por ahí van los tiros de este interesante extra.
Todos los Corvette Z06 del año 1963 estaban equipados con un motor V8 de 327 pulgadas cúbicas, 5,4 litros para los que nos defendemos en el sistema métrico. Aunque era un motor dotado de inyección mecánica Rochester, sus 360 caballos estaban siempre extremadamente sedientos. Si en circulación habitual era un coche cuyo consumo no bajaba de los 15-18 l/100 km, podemos entender que un depósito de 138 litros fuese una buena consideración para eventos de resistencia. Quizá aguantaría unos 400 kilómetros sin repostar.
Sus tambores delanteros eran de 11,2 pulgadas y estaban ventilados pera un mejor rendimiento en circuito.
Además de un